jueves, 3 de julio de 2014

TOCAR FONDO

Al tocar fondo se me abrió la mente y estuve dispuesto a probar algo diferente. Lo que probé fue A. A. Mi nueva vida en la Comunidad era como aprender a montar en bicicleta: A. A. se convirtió en mis ruedas de entrenamiento y mi mano de apoyo. No era que estaba buscando ayuda, sino simplemente que no quería volver a sufrir tanto. Mi deseo de evitar volver a tocar fondo era más fuerte que mi deseo de beber. Al principio eso era lo que me mantenía sobrio. Pero con el tiempo me encontraba trabajando en los Pasos lo mejor que podía. Pronto me di cuenta de que mis actitudes y acciones estaban cambiando, aunque fuera ligeramente. Un día a la vez, llegué a sentirme cómodo conmigo mismo y con otros y las heridas empezaban a sanar.