miércoles, 30 de julio de 2014

CAPITULO 29. ASISTIR A LAS REUNIONES DE A.A.


 29. ASISTIR A LAS REUNIONES DE A.A. 


Muchos antes de que se pensara en este libro, cada una de las ideas que en él se han incluido y muchas sugerencias para vivir en sobriedad se aprendieron y resultaron tener éxito en cientos de miles  de alcohólicos. Esto no lo hicimos leyendo, sino también hablando con otros. Inicialmente, nuestra actividad se limitaba a escuchar. 

Usted también puede hacer lo mismo, gratis, sin tener que "unirse" a nada. 

Lo que nosotros hicimos fue simplemente asistir a las reuniones de 
Alcohólicos Anónimos. Hay más de 5.000.000 de reuniones por año,  en más de 114 países en todo el mundo. Y recuerde que no tiene que convertirse en miembro de A.A. para poder visitar algunas  de sus reuniones. Si lo que usted desea es simplemente ensayar a A.A., siéntase totalmente bienvenido a estas reuniones como observador y puede entrar a escuchar, sin necesidad de decir una palabra. No necesita dar su nombre, o puede dar un nombre ficticio si lo prefiere. A.A. comprende esto.  Nosotros no llevamos  
registros de los miembros o de los visitantes asistentes a las reuniones. Usted no tendrá que firmar, ni contestar ninguna pregunta. 

Siéntase en libertad para preguntar, si lo desea. Pero muchas personas prefieren simplemente escuchar en las primeras reuniones. 

Como casi todos los que han ido a una reunión de A.A., usted probablemente se sentirá sorprendido la primera vez. La gente que  
que usted ve a su alrededor tiene una apariencia normal, saludable, 
razonablemente feliz y exitosa. No tiene la apariencia estereotipada 
de las caricaturas pasadas de moda acerca de los borrachos, los fanáticos o los abstencionistas antialcohólicos.   

Lo que es más, generalmente usted podrá ver que nosotros somos un grupo amistoso, que nos reímos frecuentemente, en especial de nosotros mismos. Esta es la razón por la cual, si usted se encuentra todavía bajo los efectos de su última resaca, la reunión de A.A. le proporciona un ambiente agradable en el cual usted puede dejar pasar los efectos y empezar a sentirse mucho mejor.   

Puede estar seguro que cada uno de los miembros de A.A. que encuentra en ese salón entiende profundamente la forma en que usted se siente, porque recordamos vívidamente nuestras propias miserias de resaca, y la sensación que se tiene la primera vez que se ingresa a una reunión de A.A.   

Si usted es tímido, o tendiente a ser solitario, como muchos de nosotros, observará que los miembros de A.A. no tienen inconveniente en dejarlo solo si eso es lo que usted realmente desea para poderse sentir más cómodo.   

Sin embargo, la mayoría de nosotros hemos visto la conveniencia de quedarnos un rato más para conversar después de la reunión.  
Siéntase en libertad de participar en esta charla pos-reunión, durante todo el tiempo que lo desee.  


DIFERENTES CLASES DE REUNIONES DE A.A.

Para la elaboración de este folleto se pidieron ideas a muchos miembros de los Estados Unidos y el Canadá. Encabezando la lista se encuentra la sugerencia de que una de las formas más seguras para evitar la bebida consiste en asistir a diferentes tipos de reunión. "Es la forma en que aprendemos todas las ideas tomándolas de otra persona", según el concepto de uno de los miembros entrevistados.   

Si usted desea permanecer sobrio, la asistencia a cualquier reunión de A.A. es, por supuesto, mucho más segura que ir a un bar o una fiesta, o ¡permanecer en su casa en compañía de una botella!. 

Hay muchas más oportunidades de evitar el paludismo cuando usted se aleja de los pantanos infectados de mosquitos. Así  
mismo, las oportunidades para no beber se incrementan mucho más en una reunión de A.A. que en cualquier reunión social donde pueda  conseguirse licor.  

Adicionalmente, en las reuniones de A.A. existe una especie de tendencia hacia la recuperación. Así como la bebida es el objetivo de una reunión social, la sobriedad es la meta común que se busca en la reunión de A.A. Aquí, tal vez más que en cualquier otra parte, usted se encuentra rodeado por personas que comprenden la bebida, que aprecian su sobriedad, y que pueden decirle muchas maneras para incrementarla. Además, usted podrá ver muchos ejemplos de alcohólicos exitosamente recuperados, felices, y abstemios. Esto no es lo que se encuentra en las tabernas.   

A continuación describimos las formas más populares de reuniones de grupo en A.A., y algunos de los beneficios que se derivan asistiendo a ellas.   


REUNIONES DE PRINCIPIANTES (O DE RECIÉN LLEGADOS) 

Estas son generalmente más pequeñas en número que las otras clases de reuniones, y generalmente preceden a la reunión usual del grupo. A ellas pueden asistir todas las personas que crean tener un problema de bebida. En algunos lugares, estas reuniones se conforman por una serie de discusiones o charlas acerca del alcoholismo, la recuperación y A.A. En otros sitios, las reuniones  de principiantes son simplemente sesiones de preguntas y respuestas.  

Los miembros de A.A. que han utilizado estas reuniones enfatizan que son lugares excelentes para hacer preguntas, para adquirir nuevos amigos, y para empezar a sentirse cómodos en compañía de otros alcohólicos, que no están bebiendo.   


REUNIONES ABIERTAS

(Estas son reuniones a las que puede asistir cualquier persona, alcoholica o no). 

Estas tienden a ser un poco más organizadas, un poco más formales. Generalmente, dos o tres miembros (que anticipadamente se han ofrecido como voluntarios) van diciendo por turnos su experiencia con el alcoholismo, qué les sucedió, y cómo han logrado su recuperación.   

La charla de este tipo no tiene que seguir una orientación definida. 
Naturalmente, sólo un puñado de los miembros de A.A. son oradores entrenados. En la práctica, aun aquellos miembros cuya profesión incluye la oratoria profesional, evitan cuidadosamente hacer discursos en las reuniones de A.A. Por el contrario, tratan de contar sus propias historias en la forma más simple y sencilla posible. 

Lo que es inconfundible es la casi sorprendente sinceridad y honradez que usted escucha. Probablemente se sentirá sorprendido de verse a sí mismo riéndose, y diciéndose para sus adentros. "Sí, exactamente así me sucede a mí".   

Uno de los mayores beneficios en atender las reuniones abiertas consiste en la oportunidad de escuchar una gran variedad de historias personales sobre la trayectoria alcohólica. Oye describir los síntomas de la enfermedad en muchas formas diferentes, y esto le ayuda a decidir si usted padece esa enfermedad o no.   

Naturalmente, todas las experiencias de los miembros de A.A. son 
diferentes unas de otras. Es posible que en alguna oportunidad usted escuche a alguien recordar bebidas favoritas, formas de beber, o problemas derivados de la bebida que se parecen mucho a los de usted. Por otra parte, los incidentes dentro de esas historias pueden ser muy diferentes a los suyos. Escuchará también personas de diferentes trayectorias, ocupaciones, y creencias. Cada miembro habla únicamente por sí mismo, y sólo expresa su propia opinión. Nadie puede hablar en nombre de todos los A.A., y nadie tiene que estar de acuerdo con cualquier sentimiento o idea expresados por otro miembro de A.A. En nuestra comunidad se acoge favorablemente y se aprecia en alto grado la diversidad de opiniones.   

Pero si usted escucha cuidadosamente, probablemente reconocerá sentimientos que usted ha tenido, si es que no encuentra eventos conocidos. Reconocerá también las emociones del orador que pueden ser muy parecidas a las de usted, aunque la vida cuya historia está escuchando haya sido radicalmente diferente de la suya.  
  
En A.A., este reconocimiento se llama "identificación con el orador". Esto no significa que la edad, sexo, estilo de vida, conducta, placeres, o problemas del orador sean idénticos a los suyos. Pero sí quiere decir que usted oye hablar de temores, excitaciones, preocupaciones, y alegrías con las cuales usted puede identificarse, porque usted mismo recuerda haberlos sentido en algunas ocasiones.  

También podrá sorprenderse de que casi nunca escuchará de un orador en A.A. la autoconmiseración por haber sido privado del  
alcohol. La identificación con el pasado del orador no es tan importante como obtener una impresión de su vida actual.  

Generalmente el orador A.A. ha encontrado, o está logrando, algún nivel de tranquilidad, paz mental, soluciones a los problemas, deseo de vivir, y una especie de salud espiritual que a usted le agradaría tener. Si es así, continúe asistiendo. Estas cualidades son muy contagiosas en A.A.  

Por otra parte, los recuerdos que ocasionan esas narraciones de las miserias del alcoholismo activo pueden ayudarle a extinguir cualquier deseo impulsivo de tomar la bebida.  

En reuniones como esta, muchos miembros de A.A. han escuchado las sugerencias precisas sobre la recuperación que estaban buscando. Y casi todos los miembros salen de esas reuniones renovados y animados en su recuperación a tal punto de que, al menos por esa noche, no desean probar una bebida.   


REUNIONES CERRADAS DE DISCUSIÓN 

(Son solamente para alcohólicos, o para personas que están tratando  de definir si son alcohólicos o no). 

Algunos grupos tienen reuniones de discusión "abiertas", y por lo tanto cualquier persona puede asistir a ellas. Pero frecuentemente, tales reuniones se describen como "cerradas", es decir, para miembros actuales o potenciales, y por lo tanto aquellos que asisten pueden sentirse en libertad para discutir   
cualquier tópico que pueda causar problema, o interés, al bebedor alcohólico. Esas discusiones son enteramente confidenciales.  

Uno de los miembros que previamente se ha ofrecido como voluntario empieza la reunión narrando brevemente su propia historia de alcoholismo y recuperación. Se abre así la reunión para la discusión general  

Cualquiera de los presentes que tenga algún problema particular, sin que importe cuán penoso o embarazoso, puede ventilarlo en una reunión de discusión y escuchar las experiencias de los asistentes en el manejo de un problema igual o similar.  

Naturalmente, las experiencias acerca de la felicidad y alegría también se comparten. En estas discusiones se aprende que  
ningún alcohólico es único o solitario. 

Se ha dicho que estas reuniones son los talleres donde el alcohólico aprende a permanecer sobrio. Ciertamente, se puede escoger en ellas una gran cantidad de sugerencias para el mantenimiento de una abstención feliz.  


REUNIONES DE PASOS 

Muchos grupos de A.A. sostienen reuniones semanales en las cuales se toma uno de los Pasos del programa de recuperación de A.A. como tema básico para la discusión. Las Doce Tradiciones, Los Tres Legados de A.A., los refranes de A.A., y los tópicos  sugeridos en la revista Grapevine, también se utilizan para  este propósito en algunos grupos. Pero cuando se presenta una persona, con una urgente necesidad de ayuda para un problema personal inmediato e importante, puede discutirse como tema de la reunión el problema presentado.   

Conjuntamente con los libros "Alcohólicos Anónimos" y "Doce Pasos y Doce Tradiciones", las reuniones acerca de los Pasos proporcionan más fácilmente la mejor comprensión y entendimiento de los principios fundamentales de la recuperación 
en A.A. Estas reuniones suministran también una amplia variedad de interpretaciones y aplicaciones generales del programa básico de A.A., demostrando cómo lo podemos utilizar, no solo para vivir sobrios, sino para enriquecer nuestras vidas.    


CONVENCIONES Y CONFERENCIAS PROVINCIALES, REGIONALES, NACIONALES E INTERNACIONALES  

Con asistencia variable desde centenares hasta más de 20.000 personas, acompañadas generalmente por sus familias, estas reuniones voluminosas de A.A. consisten generalmente en programas de fin de semana y con diferentes tipos de sesión. El  
programa incluye usualmente reuniones de discusión sobre diversos tópicos, así como charlas por invitados expertos en alcoholismo, y también generalmente un banquete, o recreación especial, y se provee tiempo para otras actividades sociales, mucho más fáciles de gozar puesto que son exentas de alcohol. Ellas nos enseñan hasta qué punto podemos divertirnos estando abstemios.  

También nos proporcionan la oportunidad de conocer y aprender de muchos miembros de A.A. que viven en áreas diferentes. Para muchos miembros, estas ocasiones se han convertido en el programa favorito para las vacaciones o fines de semana, ya que  
son experiencias tan sumamente apreciadas en la recuperación. 
Proporcionan recuerdos inspirativos para los días rutinarios, y frecuentemente son ocasión para empezar amistades íntimas, de  
muy larga duración. 


¿TENEMOS QUÉ IR A ESAS REUNIONES POR EL RESTO DE NUESTRAS VIDAS?  


No. A menos que lo deseemos. 
Millares de nosotros gozamos de esas reuniones mucho más a medida que los años de sobriedad se van incrementando. Para nosotros se convierten en un placer, y no en una obligación.  


Todos nosotros tenemos que mantenernos comiendo, bañándonos, respirando, lavándonos los dientes, y haciendo miles de cosas similares. Millones de personas continúan año tras año trabajando, leyendo, asistiendo a espectáculos deportivos, frecuentando clubes sociales, y llevando a cabo trabajos religiosos. Por eso tampoco nos parece raro asistir continuamente a las reuniones de A.A., puesto que gozamos con ellas, nos beneficiamos de ellas, y mantenemos con ellas bien equilibrada nuestra vida.  

Pero la mayoría de nosotros asiste a esas reuniones con mayor frecuencia durante los primeros años de recuperación. En esa forma se establece un cimiento sólido para la recuperación a largo término.   

En la mayoría de los grupos tienen reuniones una o dos veces por semana (cuya duración es de una hora u hora y media). Se cree 
ampliamente en A.A. que el miembro nuevo puede aprovechar mejor nuestro programa si adquiere el hábito de asistir  
regularmente a las reuniones de un grupo por lo menos, y visitar también otros grupos de vez en cuando. Así no solo se obtiene una visión general de las diferentes ideas, sino que se ayuda a encuadrar el problema del bebedor dentro de un marco de  organización, que le ayuda a combatir el alcoholismo.  

Hemos visto que es muy importante, especialmente al principio, asistir puntualmente a las reuniones, sin prestar atención a las excusas que podamos tener para faltar a ellas.   

Necesitamos ser tan diligentes en la asistencia a las reuniones como lo fuimos con el alcohol cuando bebíamos. ¿Cuál de los bebedores problema permitió que la distancia, el clima, la enfermedad, el negocio, los invitados, o la bancarrota, o la hora del día o de la noche, o cualquier otra cosa lo alejara de la bebida que deseaba realmente? Así mismo no podemos permitir que haya algo que nos impida ir a las reuniones, especialmente si deseamos una real recuperación.   

También hemos visto que la asistencia a las reuniones no es algo que haya que hacer especialmente cuando sentimos la tentación de beber. Generalmente sacamos más provecho de las reuniones cuando asistimos a ellas sintiéndonos bien y sin haber tenido la tentación del alcohol. Y aun una reunión que no sea total e instantáneamente satisfactoria es mejor que ninguna reunión.   

A causa de la importancia de las reuniones, muchos de nosotros mantenemos una lista de los grupos y hora de reuniones de nuestra localidad, y nunca viajamos fuera de nuestro lugar de residencia sin habernos provisto de los directorios de A.A., que nos permiten encontrar las reuniones o los compañeros en cualquier parte del mundo.  

Cuando por causa de una enfermedad o catástrofe natural se nos hace imposible asistir a la reunión, hemos encontrado sustitutos para ellas. (Es muy sorprendente saber que ni siquiera los huracanes, los terremotos, o las tormentas de las regiones subárticas han impedido a los miembros de A.A. de esas regiones viajar cientos de kilómetros o más para asistir a reunión. 
Existiendo una reunión a su alcance, es muy natural para muchos A.A. utilizar el trineo, el camello, el helicóptero, el camión o la bicicleta, así como para nosotros es natural utilizar autos, o trenes subterráneos).  

Como sustituto de la reunión, cuando es imposible la asistencia, podemos llamar por teléfono, o por radio-teléfono a nuestros amigos o valiéndonos de algún material de lectura de A.A., utilizarlo como material mental.   

La Oficina de Servicios Generales de A.A. ha organizado servicios especiales para varios centenares de miembros solitarios de A.A., tales como miembros de las fuerzas armadas en comisión por diversas partes del mundo, así como para los "Internacionales"  
que son miembros marineros de buques mercantes, para ayudarles a mantener estrecho contacto con A.A. Estas personas reciben boletines y listas que les permiten comunicarse con otros miembros (por carta o por cinta magnetofónica) durante las épocas en que les es imposible ir a reuniones regulares de grupos. 

Pero muchos de aquellos miembros solitarios hacen mucho mejor cuando no encuentran un grupo en las cercanías de su lugar de trabajo o residencia: empieza un nuevo grupo. 



PROBLEMA DEL DINERO 


El alcoholismo es muy costoso. Aunque A.A. por sí mismo no tiene cuotas, ni tarifas, hemos pagado cuentas muy costosas a los almacenes de licor y tabernas antes de nuestro ingreso a A.A. Por eso, muchos de nosotros llegamos a este programa casi en bancarrota, si no totalmente en ella.    


Mientras más pronto podamos mantenernos a nosotros mismos,es mucho mejor, según lo ha demostrado nuestra experiencia. Los acreedores casi siempre se sienten contentos al ver que nosotros estamos haciendo un esfuerzo sincero y honrado para sanear nuestra situación financiera, aunque sea en módicas cuotas de pago,  
Sin embargo, adicionalmente a la comida, el vestido y el alojamiento, hemos visto que existe una clase particular de gasto, que es de mucho valor para nuestros primeros días de recuperación. Uno de nosotros nos ha dado permiso para imprimir aquí sus 

  
CONSEJOS PARA INVERSIONES RENTABLES 

En los primeros días de abstinencia, 
sin trago, con las hambres atrasadas, 
cuando apremian las deudas con urgencia 
y tenemos el suelo por almohada; 
cuando no hay soluciones decorosas 
para la bancarrota monetaria 
y no vemos por dónde van las cosas 
en nuestra situación deficitaria . . . 
que harán de convenirnos algún día: 
la moneda que paga la llamada 
necesaria al padrino que nos guía; 
el billete que echamos al sombrero; 
el tiquete del bus o del tranvía 
que nos lleva al lugar de reuniones; 
el café que tomamos con amigos 
que nos brindan amable compañía . . . 
Todas ellas son sabias inversiones 
que darán rendimientos positivos 
de sobriedad, cariños, ilusiones, 
felicidad, ¡trabajo y alegría!


GRUPO PARTE VIEJA DONOSTIA - SAN SEBASTIAN