30. ENSAYAR LA PRACTICA DE LOS DOCE PASOS
El antiguo médico de cabecera nos decía, "Cuando todo le falle,trate de seguir las instrucciones".
No hemos hablado hasta ahora acerca de los Doce Pasos ofrecidos por A.A. como programa de recuperación del alcoholismo, y tampoco los vamos a enumerar o explicar aquí porque cualquier persona que tenga curiosidad acerca de esto puede encontrarlos fácilmente en la literatura de A.A. Sin embargo, vamos a hablar acerca de su origen, que es sorprendente.
En 1935, dos hombres se reunieron en Akron, Ohio. Ambos eran considerados como borrachos sin esperanza, lo cual parecía muy vergonzoso a aquellas personas que los conocían. Uno había sido corredor de bolsa en Wall Street; el otro, un famosos cirujano. pero ambos habían bebido casi hasta llegar a extremos mortales. Ambos habían ensayado "curaciones" diferentes y habían sido hospitalizados una y otra vez. Parecía cierto, aun para ellos mismos, que se encontraban más allá de toda ayuda disponible.
Casi por coincidencia, cuando se conocieron, cayeron en la cuenta de un hecho sorprendente: Al tratar de ayudarse uno a otro, el resultado para ambos era la sobriedad. Le llevaron la idea a un abogado alcohólico recluido en un hospital, y él, también, decidió ensayarla. Los tres continuaron, cada uno en su vida individual, tratando de ayudar a uno y otro alcohólico. Si las personas que trataban de ayudar no mostraban realmente interés, ellos sabían que el esfuerzo valía la pena, porque, en cada caso particular, quien ofrecía la ayuda continuaba sobrio aunque el "paciente" siguiera bebiendo.
Persistiendo en esta tarea con el propósito de obtener el beneficio, este grupo desconocido de ex-borrachos se dio cuenta repentinamente en 1937 ¡que ya había 20 personas totalmente abstemias! No podemos culparlos por haber creído que se había operado un milagro.
Convinieron en la necesidad de escribir un recuento de lo que había acontecido, para poder distribuir ampliamente esta experiencia. Pero, como podemos imaginar, existieron muchas dificultades para lograr un acuerdo acerca de lo que realmente había acontecido. Solo en 1939 pudieron terminar de elaborar un manuscrito con el cual todos pudieron estar de acuerdo. Para ese entonces, el número se había incrementado a un centenar.
Escribieron que la senda hacia la recuperación que ellos habían seguido constaba de doce pasos, y manifestaron que cualquier persona que pudiera seguir esa senda podía alcanzar la misma meta.
Este número se ha incrementado ahora hasta más de un millón de personas. Y todas son prácticamente unánimes en su convicción: "La experiencia práctica demuestra que nada puede asegurar tanto la inmunidad hacia el alcohol como le trabajo intensivo con otros alcohólicos. Esta es una actividad que funciona cuando todas las demás fallan".
Muchos de nosotros habíamos sido luchadores durante mucho tiempo. Una y otra vez, habíamos tratado de dejar de beber, solo para volver a la bebida tarde o temprano y encontrarnos en problemas siempre crecientes. Pero los Doce Pasos de A.A. marcaron nuestra senda hacia la recuperación. Ahora, ya no tenemos que seguir luchando. Nuestra senda está abierta para todos los que deseen seguirla.
La mayoría de nosotros teníamos apenas una vaga idea de lo que era realmente A.A. antes de que ingresáramos a esta Comunidad. Ahora, nos damos cuenta que continúa flotando en el ambiente una mayor cantidad de mala información que de verdad acerca de A.A. Por eso si usted no ha tenido una impresión de primera mano de nuestra Comunidad, podemos imaginarnos algunas de las impresiones distorsionadas y falsas que le pueden haber llegado, ya que a nosotros mismos nos llegaron en su oportunidad.
Afortunadamente, no necesita dejarse desorientar por esas malas informaciones y rumores, porque es sumamente fácil que usted mismos compruebe como es A.A. realmente. Las publicaciones de A.A. y cualquier oficina o grupo de su localidad (que puede localizarlos por medio del directorio telefónico) son fuentes originales de información que ha sorprendido a muchos de nosotros. No hay necesidad de que usted reciba impresiones de segunda mano, porque usted puede recibir directamente la información, y con toda libertad formar su propio criterio.
Para obtener realmente una representación adecuada y justa de A.A. puede utilizarse la fuerza de voluntad en una magnífica forma.Sabemos con toda seguridad que los alcohólicos tienen una fuerza de voluntad tremenda. No es más que considerar las múltiples formas en que nos las arreglábamos para obtener un trago desafiando abiertamente todas las circunstancias visibles. El solo hecho de tener que levantarnos aquellas mañanas, en que sentimos un riel de acero dentro de nuestro estómago, con los dientes apretados, y sintiendo cada uno de nuestros pelos electrizados, requiere una fuerza de voluntad que muchos no bebedores ambicionarían. Cuando hemos logrado por fin levantarnos en esas terribles mañanas, la capacidad para soportar nuestra cabeza durante todo el día es una prueba adicional de esa fuerza de voluntad fabulosa. Realmente, los bebedores tienen fuerza de voluntad.
A.A. puede utilizarse la fuerza de voluntad en una magnífica forma.
El truco que aprendimos fue poner a funcionar esa fuerza en beneficio de nuestra salud y hacer que pudiéramos explorar las ideas de recuperación a una gran profundidad, aun cuando en ocasiones pudiera habernos parecido tarea muy laboriosa.
Tal vez pueda ayudarle recordar que los miembros de A.A. no estamos ansiosos por hacerle muchas preguntas. Puede parecer inclusive que tal vez no le prestemos demasiada atención, sino que gastamos demasiado tiempo tratando de explicarle a usted los hechos de nuestra propia enfermedad. Como usted y a sabe, estamos en búsqueda de nuestra recuperación y por lo tanto hablamos mucho para nuestro propio beneficio. Deseamos ayudarle, pero sólo si usted nos permite ayudarle.
Es probable que el problema de la bebida sea una enfermedad caracterizada especialmente por el egocentrismo, tal como lo han expresado algunos expertos psicólogos. No todos los alcohólicos son egoístas, aunque muchos de nosotros hemos visto esa tendencia en nuestro caso personal. Otros nos hemos sentido inferiores; y para podernos sentir iguales o superiores a otras personas necesitábamos la bebida.
No importa cuál sea la definición que mejor se ajuste a nuestro caso, nos damos cuenta de que éramos excesivamente egocéntricos, preocupados exclusivamente por nuestras sensaciones, nuestros problemas, y la reacción que la otra gente tuviera respecto a nosotros, y nuestro pasado y futuro. Por eso, el tratar de ponernos en comunicación con otras personas y tratar de ayudarles es una medida de la recuperación, porque nos ayuda también a salir de nuestro círculo interior. Nos produce un gran beneficio el tratar de aliviarnos por medio de la ayuda a otras personas, aun cuando parezca un gesto egoísta. Ensáyelo usted mismo.
Si usted escucha con atención lo que se dice, podrá apreciar que la persona que habla se ha deslizado dentro de su propia mentalidad y parece estarle describiendo el paisaje que existe allí, las formas cambiantes de temores incógnitos, el calor y el frío de la muerte inminente, cuando no los eventos y palabras realmente
almacenados en su cerebro.
Ya sea que esto suceda o no, casi seguramente podrá lograr una buena carcajada en compañía de los A.A., y tal vez podrá escoger un par de ideas que le permitirán lograr la abstención. Si desea utilizarlas, es algo que sólo usted puede decidir.
Pero cualquiera que sea su decisión, recuerde que el poner a disposición de otros esas ideas es uno de los pasos hacia nuestra recuperación.
GRUPO PARTE VIEJA DONOSTIA - SAN SEBASTIAN