lunes, 29 de septiembre de 2014

ME LLAMO ENEKO SOY ALCOHOLICO Y SIGO SIN BEBER

Hay en mi mente dos días claves: Uno en el que empezó mi martirio y el día que comencé ha despertar de la pesadilla del alcohol. Tenía unos 13 años, y lo recuerdo con tanta nitidez, que me dan escalofríos solamente con el hecho de recordarlo. Recuerdo lo que hicimos para comprar la bebida, lo que compramos y el lugar donde la escondimos, e incluso llego ha recordar lo que comí ese día. Será que mi mente, ha decidido no querer olvidarlo con el único propósito de que no olvide el infierno que viví durante tantos años, pero...ha partir de ahí, hay muchas lagunas mentales, mucho sufirmiento, muchos desprecios, y lo que más duele el haber perdido la dignidad totalmente.
En aquellos años, al ser un niño y por probar el alcohol por primera vez, era bebedor de fines de semana e incluso podía estar mucho tiempo sin beber, pero habia algo, que se despertó dentro de mi, algo que me hacía pensar en el alcohol, no con la intensidad que tendría los años siguientes. Era incapaz de poder tomar unas cervezas como hacía mis amigos, yo las bebía súper rápido y hasta que no acababa borracho no paraba,Y yo...¿Para que bebeía?, ¿Qué sentía con ello?, y ¿porqué lo hacía? No he llegado ha tener la respuesta, hasta que comencé en la comunidad A.A .Al cumplir los 16 años, tube que ir a un colegio internado, durante dos años y ahi es donde empezé ha pasar las líneas invisibles del alcoholismo, no era buen estudiante, pero si se me daba muy bien beber todos los fines de semana. Los viernes, sabados e incluso los domingo y luego entre semana, la botella en mi mente dando vueltas constantemente, pensando en la borrachera del fin de semana e imaginando de cuales serían sus resultados. No hay que ser un genio para darse cuenta, de como acabaría. Borracho perdido, ya hubo una persona de ese colegio. Eneko, tienes un problema con el alcohol, hasta donde llegaba ese orgullo, que no me dejaba verlo y así, durante dos años. Al volver ha casa, comencé ha trabajar, y como tenía dinero fresco en el bolsillo, me lo gastaba en fiestas y no haciéndome responsable de las pequeñas cosas de la vida.
No era tonto, ver veía que algo me pasaba con el alcohol, pero que fuera alcohólico nunca se me pasó. Que era un golfo, un fiestero si. Y ahí, es donde empezaron ha intervenir terceras personas, me hago voluntario de una asociación de tiempo libre, para niños, ahi estuve unos años logrando controlar algo, hasta que...antes de ir ha esas salidas de tiempo libre me tenía que tomar unas copas antes de empezar con las actividades, ya entonces empezaba ha tantear el alcohol entre semana acompañándola de canabis, hasta que llegó el día que no borracho, pero si, con la lengua gorda acudía a las actividades. En ese tiempo conocí a una mujer, la cual siempre me decía. Eneko, te has tomado una y ya eres otro, y tenía razón ya no era el mismo, broncas con ella porque no me dejaba beber tranquilamente, solo una le decía, era imposible, era incapaz de dejar de tomar y ella veía que algo se me escapaba de las manos y yo, no quería reconocerlo. El día que nació mi hija, la dejé sola en el paritorio, con la excusa de irme ha comer, me fui ha beber, para tranquilizar esos nervios, pero era peor, ya que luego entraba en mi mente el alcohol y no estaba donde tenía que estar, si de cuerpo pero no mi mente, ya que ella estaba con la botella. Al nacer la niña, la borrachera duró tres días, y la resaca fue un tormento, y hoy es el día que me duele, el no haber sabido responsabilizar de lo que había en es esos momentos, ella aguantó lo que tuvo que aguantar, hasta que llegó el día en que me dejo. Ese último año, antes de entrar en A.A. fue un auténtico suplicio. Me quedé sin dinero, perdí a los amigos, perdí a mi mujer y mi hija. E incluso me daba igual vivir o morir, ya que tube dos intentos de suicidio. Hasta que una noche, una persona me habló de la comunidad de A.A. y de que yo solo no podría dejarlo, ya que ya lo había intentado en numerosas ocasiones, y nunca lo había conseguido. De que si yo quería era fácil y que con la ayuda de ellos lo lograría. Simplemente por curiosidad y de estar harto. Les llamé. Aquí fue, donde se me resolvieron todas mis dudas.¿Porué lo hacía?, ¿Que sentía con ello? y Para que lo hacía.. 
El primer día de mis reuniones, sentí una gran liberación al reconocer que era alcohólico y con los testimonios de mis compañeros, no pude negar que lo era, todo coincidía. Y hoy por hoy, tengo un gran trabajo por delante, pero un trabajo que es por 24 horas, que si necesito ayuda solamente tengo que llamar a un compañero, que se que me escuchará y me dará todo su apoyo. He ido reconduciendo mi vida, recuperando las cosas perdidas por el camino, no todas pero algunas y con la satisfación, de que lo estoy logrando sin beber gota de alcohol, gracias a mis compañeros, gracias a mis reuniones a que hago servicios en mi grupo, ha escuchar lo que me sugieren los veteranos del grupo, ha practicar el programa en todas las circunstancias de la vida, tanto buenas como malas. YA QUE MI ÚNICO PROBLEMA ES MI VIDA ES MI  ALCOHOLISMO Y TODO LO DEMÁS, SON CIRCUNSTANCIAS DE LA VIDA.¿Y sabéis? he conseguido lo más importante, que vuelvo ha ser feliz.
Soy ENEKO, soy alcohólico y sigo sin beber. FELICES 24 HORAS

GRUPO PARTE VIEJA DONOSTIA - SAN SEBASTIAN